En 1956 John McCarthy dio la expresión "inteligencia artificial (AI)" se refiere a la capacidad de que máquinas inteligentes funcionen de forma similar a la mente humana.
Estas y otras tecnologías, como la Internet de las Cosas (IoT), la telemetría y software de monitoreo y de gestión, vienen impactando en el agronegocio y provocando diversos cambios positivos en el funcionamiento de los campos.
Hoy en día, el productor agrícola ya es capaz de decir que consigue evitar costos en insumos y que tiene acceso a pronósticos del tiempo mucho más preciso para manejar las actividades de la estancia. Además, toma también mejores decisiones acerca de, por ejemplo, aplicaciones de defensivos.
Sin embargo, el uso de la "Inteligencia Artificial" en el agro trae, también, algunas dudas. Hay dos cuestiones al respecto. Mitos o verdades?, ¡Veamos!
¿Los trabajadores rurales van a ser sustituidos por máquinas inteligentes?
Mito!
Un sistema de Inteligencia Artificial funciona analizando y combinando una serie de datos de manera lógica. Pero, por más que tareas operativas pasen a ser ejecutadas por máquinas, AI no sustituye a los trabajadores.
Sin embargo, cargos y funciones vienen, de hecho, transformándose y exigiendo nuevas habilidades de profesionales en todas las áreas. Ellos pasan a tener como misión hacer diagnósticos y tomar decisiones inteligentes de acuerdo con las nuevas informaciones disponibles.
Es importante resaltar que esta tecnología está en el principio de su desarrollo y que el manejo adecuado de las máquinas y del software por parte de seres humanos son habilidades fundamentales.
Por eso, es necesario que el productor se mantenga actualizado. Es decir, ya es necesario contratar funcionarios cada vez más capacitados e invertir en sus calificaciones, para que sean capaces de disfrutar, al máximo, de todo lo que la AI, y que otras tecnologías, tienen para ofrecer.
¿La inteligencia artificial vino para hacer tu campo más competitivo?
La verdad!
Adoptar la Inteligencia Artificial en tu campo proporciona una serie de ventajas. Es capaz de perfeccionar procesos automatizados, haciéndolos más precisos en función de patrones y de datos previamente recolectados y, de tal modo, mejorar el rendimiento de los cultivos.
Un gran ejemplo de AI que viene contribuyendo también al agronegocio es el Watson, desarrollado por IBM. La plataforma permite integrar la Inteligencia Artificial a los más importantes procesos de cada negocio.
Otro ejemplo interesante son módulos de plataformas que ofrecen recomendaciones al productor, como el momento y el lugar en que aplicar. Este análisis se realiza a partir de datos del clima, de la presencia de plagas en la labranza, de análisis de NDVI y de otras informaciones recolectadas a campo, adquiridas de varias fuentes diferentes.
Todo ello contribuye a la eficiencia y la calidad de la producción, haciendo que el negocio se vuelva más competitivo.
El futuro es ahora y la agricultura no se queda atrás.
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