¿Gestión de #riesgos en la agroindustria? Veamos cómo enfrentar los desafíos de la agroindustria y minimizar las posibilidades de un resultado negativo
La agroindustria está sujeta a factores de riesgo de diversas fuentes: clima, factores agronómicos, mercado, etc. NO es simple.
Hay muchas situaciones variables y si no están bien gestionadas pueden poner en riesgo todas tus ganancias.
Pero, ¿cómo puede la gestión de riesgos ser lo suficientemente buena para enfrentar los desafíos y minimizar las posibilidades de un resultado negativo en la empresa rural? Empezamos desde cero...
¿Qué es la gestión de riesgos en la agroindustria?
Es el proceso de identificar y gestionar los riesgos que existen en una actividad. Y esta es una de las tareas más importantes para cualquier gerente de una finca o agroindustria.
La sostenibilidad está esencialmente relacionada con la previsibilidad de la rentabilidad. Las perspectivas de producción, costos, ingresos y fuentes de financiamiento impactan la toma de decisiones en la agroindustria. Por tanto, es necesario mitigar los riesgos. Cualquier evento incierto que pueda afectar un negocio y al que se asocie una probabilidad de ocurrencia, se considera un factor de riesgo. Por tanto, el riesgo se entiende como incertidumbre.
Y gestionar estas incertidumbres es muy diferente a gestionar la estrategia. La gestión de riesgos se centra en lo negativo (amenazas y fracasos) en lugar de en oportunidades y éxitos.
Esto está exactamente en contra de la cultura de “todo estará bien” que la mayoría de los equipos de liderazgo tratan de promover al implementar un nuevo proyecto en la estancia.
Muchos líderes tienden a ignorar el futuro y son reacios a gastar tiempo y dinero ahora para evitar un problema en un futuro cada vez más incierto.
Además, la reducción de riesgos suele implicar la dispersión de recursos y la diversificación de inversiones, exactamente lo contrario del enfoque intenso de una estrategia que apunta al éxito a toda costa.
4 pasos para iniciar la gestión de riesgos en su finca
1 - Identificación
En esta etapa, es muy importante realizar un análisis de los datos históricos de su negocio rural. Esto permite identificar riesgos que pueden tener un impacto negativo en la rentabilidad de la finca. También se deben hacer suposiciones en relación con el contexto de cosecha actual y los riesgos relacionados con él.
A continuación, se muestran algunas herramientas que se pueden utilizar:
• Entrevistas;
• Técnica Delphi;
• Análisis FODA;
• Sistema o App de gestión agrícola.
Un software de gestión agrícola como Farmoo es capaz de organizar, de forma sencilla y rápida, la información necesaria para ayudar en este paso.
Con los informes agrícolas que se generan con unos pocos clics, los gerentes pueden acceder a información siempre actualizada y directamente en la palma de la mano.
2 - Clasificación
A medida que traza un mapa de todos los riesgos que pueden ocurrir, el siguiente paso es priorizarlos mediante una clasificación de riesgos. No todos los riesgos mapeados deben mitigarse, controlarse o extinguirse. ¿Y cómo priorizar los riesgos más importantes?
La importancia del riesgo está determinada por dos variables: probabilidad e impacto.
Probabilidad
La probabilidad consiste en medir la probabilidad de que ocurra el riesgo. En otras palabras, es necesario evaluar qué tan fácil o difícil es que se produzca un determinado riesgo, por ejemplo, para medir la probabilidad de que llueva hoy, medirse en niveles como: muy bajo, bajo, moderado, alto y muy alto.
También se pueden convertir en porcentajes para facilitar la comprensión, siendo:
• Muy bajo = 1% a 10%;
• Bajo = 11% a 30%;
• Moderado = 31% a 50%;
• Alto = 51% a 70%;
• Muy alto = 71% a 90%.
Impacto
El impacto se refiere a las consecuencias del riesgo si se produce. Es decir, cuáles serán los daños causados si se produce el riesgo. El impacto puede ser negativo (como pérdidas económicas, daños a la maquinaria, por ejemplo) o positivo (como nuevas oportunidades de negocio, uso de nueva tecnología, reducción de tasas o impuestos, etc.).
El impacto también se mide en niveles como: muy bajo, bajo, moderado, alto y muy alto.
Por tanto, para clasificar el riesgo, cruzamos los números absolutos de probabilidad e impacto. Así, tendremos un indicador de criticidad del riesgo. Cuanto más alto sea el indicador, más crítico será el riesgo.
3 - Plan de acción
Después de priorizar los mayores riesgos en su finca, elabore estrategias de respuesta al riesgo y planes de acción para cada uno. Las soluciones para actuar sobre los riesgos deben ser específicas y alcanzables, aprovechando las ganancias rápidas.
Los planes de respuesta son muy individuales para las realidades de cada finca. Sin embargo, para documentar los planes de acción se debe utilizar alguna metodología que lo haga tangible y facilite su ejecución, como el 5W2H. ¡Te lo explicaré mejor!
5W2H es la herramienta que se utiliza para comprender un problema u oportunidad de mejora desde diferentes perspectivas a través de siete preguntas:
• ¿Qué? • ¿Porque? • ¿Quién? • ¿En donde?
• ¿Cuándo? • ¿Como? • ¿Cuánto cuesta?
En general, esta metodología se suele utilizar en proyectos para evaluar, monitorear y asegurar que las actividades se lleven a cabo con claridad y excelencia por todos los involucrados. Funciona como una especie de guía, permitiéndole enumerar paso a paso la estrategia a adoptar.
No por casualidad, es una excelente alternativa para desarrollar un plan de acción, sea cual sea la necesidad o problema.
4 - Monitoreo
Una vez definidas las acciones y la respectiva planificación y priorización, es necesario tener control sobre la ejecución y seguimiento de todos los riesgos.
¡Lo que no se mide no se puede gestionar! - Ing. Agr. Eduardo Villordo
En esta etapa, es fundamental definir indicadores de desempeño (KPI) e implementar mecanismos de seguimiento y control. Definidos de manera asertiva, los indicadores y procesos de control son capaces de brindar la información adecuada para la toma de decisiones. Esto, por lo tanto, disminuye o elimina el impacto de los riesgos en su finca.
>> Conclusión <<
El riesgo es un factor ligado a la gestión y debe ser analizado por el productor, como ya se hace con las plagas agrícolas, suelo, clima, etc. Se puede producir bien, con una eficiencia operativa superior a la media y buenos números, pero si no tiene un resultado neto satisfactorio, incluso puede sufrir pérdidas. Este es el resultado de la ineficiencia administrativa.
Por tanto, una de las vías del éxito, sin duda, es considerar los demás riesgos. Es necesario comprenderlos, conocerlos, enfrentarlos, evitarlos (cuando sea posible) y mitigarlos, incluso para utilizarlos a tu favor.
¡Espero que con todos los consejos, reduzcas las incertidumbres en la gestión de tu explotación!