Una de las grandes dificultades de los productores durante la zafra son las malezas, que contribuyen a la reducción de la productividad del cultivo y también de su rentabilidad. La reproducción de malezas ocurre muy fácilmente, de dos principales formas: la reproductiva, por medio de las semillas, o la vegetativa, a través de estructuras específicas, como los estolones, cuando la planta genera otra, sin depender de la producción de semillas. Algunas especies de malezas pueden producir cerca de trescientas mil semillas, que se propagan por el viento, la lluvia, las máquinas y otros medios.
Para evitar el establecimiento y la proliferación, es importante hacer uso de herramientas capaces de contribuir al control y la reducción de la germinación, como el manejo integrado de malezas que, cuando bien ejecutado, evita que el agricultor vea su producción ser reducida en un 80%.
A continuación, te dejamos tres consejos del gerente de producto de Adama, João Giraldi, para realizar un buen manejo integrado de malas hierbas:
1) Controlar y redoblar el cuidado con la siembra, por medio de herramientas (controles químicos, físicos o biológicos) que reduzcan la posibilidad de emergencia, disminuyendo el número de nuevas malezas por metro cuadrado.
2) Rotación de herbicidas en el ciclo del cultivo, utilizando más de un mecanismo de acción para el mismo objetivo biológico.
3) Monitorear el área plantada mediante sistemas de monitoreo, para efectuar el control de malezas en las mejores condiciones de aplicación de los defensivos y en las etapas más susceptibles.
Es claro que es fundamental que el productor consiga, ante todo, mapear e identificar las malezas existentes en su cultivo, por eso, tecnologías que permitan tener registrado cada área permitirá tomar decisiones más efectivas y tener un control total sobre la eficacia de los productos! ¿Te interesa saber más sobre Farmoo----> Hace click acá y solicita una demostración gratuita